El 17 de Octubre de 1938, los padres de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús le Sucedieron al Padre Ramón Guasch en la administración de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María de Tafí Viejo. Durante su permanencia frente a la parroquia como ya dijimos desplegaron una importante e intensa labor, especialmente el Padre Adrián Commandeur, a quien el Pueblo, le debe la Parroquia de Cristo Divino Obrero ubicada entre avenidas Roca y Perú.
Además de cumplir con las cotidianas tareas de su vida sacerdotal, era un amante de la equitación, diariamente lo veíamos por las calles de Tafí Viejo y sus alrededores mas de una vez a todo galope, en un tordillo o en un zaino que le traían desde Tapia Don Adolfo López Pondal, mas de una vez se cayó del Caballo, una de esas caídas le costó tres semanas de internación, pero aun así, nunca se acobardaba.
Fue una persona activa, inquieta, un trabajador incansable como nos muestra en la obra que nos dejó.
Una tarde, por el año 1940, visitando una familia cerca de la conocida Parada del Tiro, unos muchachos le pegaron con una piedra en la cabeza, entonces, bajándose de su clásica bicicleta, realizó un juramento diciendo textualmente “Juro que aquí, construiré un Templo”.
No le fue tan fácil cumplirla, esta promesa le costó desvelos y sudores, pero la Divina Providencia vino en ayuda de este curita soñador.
La señora Lola Padilla, le dona el terreno de Avda. Roca y Perú de su propiedad, a partir de allí, su sueño comienza a hacerse realidad.
De inmediato, comienza a demoler el antiguo caserón de la vieja lechería, cuidando de separar el material que aún era utilizable. Esta labor silenciosa de todos los días, era atentamente observada por los vecinos y en muy poco tiempo, ya no era el sacerdote que trabajaba, sino que se le asociaron numerosos vecinos que se acercaban a colaborar.
De inmediato, formó la comisión pro templo, llamada Comisión pro Capilla de la Parada. Estuvo integrada por Lucía Bustamante como presidente, Florencia Manso como Vice, Secretaria Blanca Carrizo, Pro secretaria Simona Osores , Tesorera Romelia Ocampo, Protesorera Marina Espeche, Vocales Ramona Díaz, Lidia Romero, Margarita Robledo, Lidia y María Abbas, María Elisa Córdoba e Indamira Osores.
Fueron muchos los sacrificios que se requerían para levantar la capilla. Fue una obra hecha exclusivamente de las peticiones, de aportes y del trabajo personal del Padre Adrián a quien por sus “pechadas“ y su particular manera de pedir el Pueblo lo bautizó cariñosamente con el nombre de “Padre Pecharelli“. Solicitó a diestra y siniestra toda clase de ayuda, un párrafo suyo decía textualmente “por solo veinte pesos me hace usted feliz o una camionada de piedras, no tirándomelas a la cabeza por supuesto, sino para los cimientos”.
Se hizo popular también el calendario “Pecharelli“ que decía “Del almanaque, cada hoja son diez pesos, haciendo hasta Junio sesenta, si alguno arranca las doce a la vez ya Pecharelli no se presenta”.
Muchas veces se dirigía a la capital a solicitar ayuda económica y no probaba bocado hasta conseguir lo que buscaba.
Fue un obrero más, solo otras veces acompañado por algún chico, que más que ayudarlo lo distraía con su charla de niño, pero él mantenía su sonrisa a flor de labios con su carretilla en manos y con mucha fe, esa fe que nunca lo abandonaba.
Cuenta una simpática anécdota que, un día un hombrecito lo vio trabajando en mangas de camisa, creyendo que era uno de tantos gringos que habían llegado a Tafí Viejo, comenzó a despotricar: “vea amigo, como son de aprovechadores los curas, si quieren Iglesia como no se vienen ellos a laburar, pero no y encima lo dejan solo”.
El padre, mientras demolía el paredón, lo escuchaba en silencio y grande fue la sorpresa cuando le dijo: “bueno, ya es hora de ir a comer, alcánceme la sotana aquella que el cura soy yo …”.
Las primeras en adherirse a esta obra fueron las Hermanas del Colegio de Nuestra Señora de la Consolación, organizando un festival a beneficio. Los Talleres Ferroviarios colaboraron con dinero y excelente mano de obra. El 05 de Junio de 1952, se presenta la Orquesta Sinfónica y Los Madrigalistas en el entonces Cine “Avenida“ hoy, Teatro “Sociedad Española“ y lo recaudado es entregado al Padre Pecharelli. El 29 de Abril de 1953, el Concejo Deliberante dona la suma de mil quinientos pesos para poder continuar la obra. Los particulares hacen llegar sus donaciones en efectivo o en materiales; cemento, puertas, ventanas, ladrillos, etc. hasta de la Provincia de Córdoba llegaron donaciones. En una ocasión, no dudó en rifar su propio reloj para no parar la obra.
Este Sacerdote, pidiendo ayuda aquí y allá, trabajando día y noche como albañil, capachero, etc., vio por fin su sueño hecho realidad. Pero… faltaba algo: ¡la campana! Nuevamente, “Pecharelli” se dirige a los Talleres de Tafí Viejo y allí se la funde estando también el Cura presente. Y ya está allí, al pie de la Torre, fue entonces que alguien dijo… ¿Quién le pone el cascabel al gato?, unos inmigrantes belgas que habían colaborado estrechamente en la construcción de la Parroquia, el Sr. Copensque realizó parte de la Carpintería, las letras en madera del altar del comulgatorio que dice “Venid todos”, las del Coro que lleva el nombre de la Parroquia y la Puerta del Sagrario y el Sr. Marcel Terrijn que mirando la Torre dijo “yo la izaré“; este trabajo congrega a numerosos vecinos y curiosos; la campana está enganchada en el aparejo, el Padre Adrián, nervioso, sigue atentamente los movimientos, la campana comienza a elevarse unos 30 cm. del suelo y el Padre Adrián como un niño se trepa a la misma, agregando su peso al de la campana; da el visto bueno, al metro de altura el padre comienza a mover el badajo de la campana y sus sones se expanden por el aire como la más hermosa melodía, en medio de los aplausos y lágrimas de los presentes, en lo alto lo reciben el Sr. Terrijn y el jóven Manuel Francia. Así, un 05 de Diciembre de 1954 a las 10.45 hs. el Padre Adrián inaugura oficialmente su obra, el Intendente Municipal Don Raúl Silvio Claverie (Padre), el Obispo de Tucumán Monseñor Juan Carlos Aramburu, otras autoridades y todo el Pueblo entre lágrimas y oraciones avanzaron al interior del Templo, la primera misa cantada es oficiada por el reverendo Padre Adrián Commandeur, la homilía a cargo del Obispo y el naciente Coro “Alter”, dirigido por el Maestro Salvador Rimaudo, canta la misa en latín de Perossi.
Todos se confundían en un abrazo, oraban, cantaban y alababan al Señor. Lo que se inició por una pedrada en la cabeza, hoy, se hacía realidad, el Reverendo Padre Adrián Clemente Commandeur cumplió con su juramento. Además de cumplir con su tarea pastoral en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, dirigía el coro de niños y jóvenes de la Parroquia a los que llamaba cariñosamente “Los Nietitos de Carusso“. En los primeros meses del año 1956, una triste noticia llegó a los taficeños, por una orden superior, el Padre Adrián y toda la congregación de Religiosos del Sagrado Corazón de Jesús, deben trasladarse a Chile y en una de sus poesías él lo expresaba así:
“Ahora me voy… no por gusto mío… / bueno, somos como los militares; / hay una superioridad y.. Chau!/ y como todos decían, Dios así lo quiso, es su voluntad y debemos cumplir”.
Carlos Alberto(Titi)Enrico.-. Coordinador de Cultura.
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